La relación entre Elon Musk y el presidente Donald Trump ha escalado a una guerra abierta, con amenazas y acusaciones mutuas en redes sociales y declaraciones públicas. La disputa, que comenzó por desacuerdos sobre la "gran y bella" reforma fiscal de Trump, llegó a un punto álgido cuando Musk vinculó a Trump con el escándalo sexual de Jeffrey Epstein.

Musk, quien en el pasado contribuyó a la campaña de Trump y formó parte de su gabinete, calificó la reforma fiscal, que eliminó subsidios a vehículos eléctricos, como una "abominación repugnante". Trump, por su parte, se mostró "muy decepcionado" con Musk, acusándolo de estar molesto por la eliminación de los mandatos de vehículos eléctricos y de no haber entendido el proyecto de ley desde el principio. Musk refutó estas afirmaciones en su plataforma X, asegurando que el proyecto nunca le fue mostrado y que su dinero fue clave para la victoria de Trump sobre Kamala Harris en las elecciones pasadas.

La tensión se intensificó con la reaparición de Steve Bannon, exasesor de Trump, quien demandó una investigación a Musk por ser un "inmigrante ilegal". Musk respondió a Bannon calificándolo de "retrasado mental".

El enfrentamiento tomó un giro drástico cuando Musk "soltó la bomba" en X, afirmando que "Trump aparece en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos." Añadió: "Guarden esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz." Esta acusación, no respaldada con pruebas en el momento, generó un impacto inmediato en la bolsa de valores de Nueva York, donde las acciones de Tesla se desplomaron 14%, arrastrando a la baja a los principales índices.

Trump respondió en su plataforma Truth Social, amenazando con "cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon" para ahorrar miles de millones de dólares. Musk reaccionó anunciando que desmantelaría la nave Dragon de SpaceX, utilizada por la NASA, en respuesta a la declaración del presidente.

Este cruce de acusaciones profundiza la ruptura entre dos de las figuras más poderosas del mundo, con implicaciones políticas y económicas de gran alcance, especialmente de cara a las próximas elecciones presidenciales.