Los gobiernos de México y Brasil alzaron la voz este miércoles frente a la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenara medidas más severas contra embarcaciones petroleras vinculadas al país sudamericano y reforzara la presencia militar en la región.

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió la intervención activa de la Organización de las Naciones Unidas para evitar un escenario de violencia. Reiteró la postura histórica de México en contra de la intervención extranjera y llamó a privilegiar el diálogo como única vía para resolver el conflicto. Incluso, ofreció al país como sede para posibles conversaciones entre ambas naciones.

En la misma línea, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su preocupación por las amenazas y tensiones crecientes, y subrayó que la palabra y la diplomacia deben imponerse sobre el uso de la fuerza. Lula afirmó haber dialogado recientemente con Trump, a quien exhortó a mantener abiertas las vías de comunicación con Caracas.

El llamado de ambos mandatarios se dio horas antes de un mensaje que el presidente estadounidense tenía previsto dirigir a su país, mientras la comunidad internacional observa con atención el impacto que estas medidas podrían tener en la estabilidad regional.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió una desescalada inmediata y exhortó a Estados Unidos y Venezuela a respetar el derecho internacional, reiterando su preocupación por la paz en América Latina.

Nota referencia: Reuters.