¡No Reyes! Millones de estadounidenses salen a las calles contra Trump y el desfile militar.

Estados Unidos. Mientras el presidente Donald Trump se prepara para celebrar el 250 aniversario de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con un desfile militar masivo en Washington D.C., coincidiendo con su cumpleaños número 79, millones de ciudadanos se alistan para protagonizar decenas de protestas a nivel nacional.1 El movimiento "No Kings" lidera esta jornada de desobediencia civil, enérgica respuesta a las políticas migratorias y el despliegue de la Guardia Nacional.2
Leah Greenberg, cofundadora de Indivisible, una de las voces centrales del movimiento, declaró: "Estados Unidos no está solo, vive acompañado de millones de ciudadanos y residentes que, con todo y las diferencias que puedan tener, rechazan el autoritarismo monárquico que [Trump] quiere sostener en un país que ha pagado con sangre su libertad, su democracia y su Constitución".3
Las protestas se extenderán por ciudades como Chicago, Philadelphia, Atlanta, Nueva York, Minneapolis y Houston, entre otros estados. La Marcha de las Mujeres también se ha sumado, afirmando que saldrán a las calles con "creatividad, coraje y caos para denunciar a los verdaderos payasos que están en el poder". El evento principal se llevará a cabo en Madison, Wisconsin.
El movimiento "No Kings" ha articulado una estrategia simbólica clara: "No thrones. No crowns. No kings" (No tronos. No coronas. No reyes). Sus impulsores denuncian lo que consideran una "desviación autoritaria" del gobierno actual, señalando que "han desafiado a nuestros tribunales, deportado a estadounidenses, hecho desaparecer personas de las calles, atacado nuestros derechos civiles y recortado nuestros servicios. La corrupción ha ido demasiado lejos".
Organizaciones como Indivisible, Public Citizen, MoveOn, 50501 (50 estados, 50 protestas, un solo movimiento), Greenpeace, la ACLU y Common Defense, junto a una vasta red de movimientos locales e interreligiosos, han convocado a más de 1,800 eventos registrados en los 50 estados de EE. UU., Puerto Rico, y varios países de Sudamérica y Europa. Se estima que más de 2.5 millones de personas participarán en esta jornada.
Greenberg enfatizó que "el 14 de junio no es solo su cumpleaños. Es una oportunidad para demostrarle al país quién tiene el verdadero poder. Y no está en Mar-a-Lago ni en el desfile de Washington. Está en nuestras calles, en nuestras voces. El poder reside en el pueblo". Subrayó que el objetivo no es el enfrentamiento, sino "crear contraste, no conflicto. Mientras ellos desfilan con armas, nosotros marchamos con familias, música, alegría y dignidad".
El desfile militar recorrerá nueve manzanas de la avenida paralela a la Explanada Nacional, entre los memoriales a Abraham Lincoln y George Washington. Incluirá el despliegue de 150 vehículos terrestres y unos 50 aviones militares, lo que implicará restricciones temporales de tráfico y afectaciones en el aeropuerto Ronald Reagan.4
El movimiento "No Kings" ha dejado claro su compromiso inquebrantable con la no violencia: "No se deben portar armas de ningún tipo, incluso aquellas cuya tenencia sea legal", se lee en sus guías. "La protesta debe ser pacífica, valiente y colectiva. Debe rechazar las provocaciones y no responder con confrontación".
JoJo Sweatt, exmarine y directora de organización de Common Defense, criticó duramente el desfile, calificándolo de "una obscenidad gastar 100 millones de dólares en tanques y bandas mientras hay niños sin comida, veteranos sin atención médica y comunidades perseguidas por agentes federales.5 Es un espectáculo de vanidad autoritaria".
En Michigan, la movilización adquirirá un tono festivo y provocador bajo el lema "No Kings, Just Queens", con la participación de la fiscal general del estado, Dana Nessel, junto a agrupaciones de drag queens, coros inclusivos y organizaciones de derechos humanos.
Las protestas serán especialmente intensas en los estados con redadas masivas de inmigración y despliegues de la Guardia Nacional, como Texas, Carolina del Sur, Georgia y California, denunciando políticas migratorias que han generado detenciones arbitrarias y separación de familias. En Los Ángeles, se espera la asistencia de más de 25 mil personas.
Desde las comunidades indígenas, la reverenda Mary Louise Three Feathers, consejera espiritual Lakota, participará en una ceremonia en Albuquerque, Nuevo México. Sindicatos de trabajadores también han brindado su apoyo, con líderes como María Elena Robles del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte en Chicago, declarando: "No marchamos por política, marchamos por dignidad".
En San Diego, dos concentraciones simultáneas en Civic Center Plaza y Waterfront Park contarán con el respaldo de grupos de veteranos, padres de familia y asociaciones pro-democracia. Autoridades en Houston, como el alcalde John Whitmire, han expresado su respaldo a las manifestaciones pacíficas.
En zonas rurales del medio oeste, como Benzonia y Manistee, Michigan, se esperan marchas comunitarias con cocinas populares y lectura de la Constitución. Sharon Palone, organizadora local, afirmó: "Trump quiere hacernos creer que la patria es suya. Nosotros estamos aquí para recordarle que no. La patria somos nosotros".
Greenberg concluyó: "Esto no es una manifestación, es una demostración de soberanía, es un recordatorio de que nadie puede secuestrar la democracia sin enfrentar una respuesta".
Nota referencia: El Universal.
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