El peso mexicano acumula una apreciación de 13.9 por ciento en lo que va de 2025, lo que representa su mejor desempeño desde que opera bajo el esquema de libre flotación, implementado en diciembre de 1994.

Especialistas señalan que este avance se explica, en gran medida, por la debilidad del dólar a nivel internacional, ya que el índice DXY —que mide su fortaleza frente a una canasta de divisas— registra una caída de 9.6 por ciento en el año, influida por menores expectativas de crecimiento y posibles recortes en las tasas de interés en Estados Unidos.

A ello se suman las operaciones de carry trade, el incremento en el precio de la plata y una sólida entrada de dólares al país por concepto de exportaciones manufactureras, remesas y turismo, lo que ha fortalecido la oferta de divisas.

Aunque la economía mexicana ha mostrado señales de desaceleración, el peso ha mantenido su fortaleza, lo que refleja una desconexión temporal entre la moneda y la economía real, de acuerdo con analistas financieros.

En la última semana, el tipo de cambio cerró en 17.89 pesos por dólar, su nivel más bajo desde julio de 2024, encadenando cinco semanas consecutivas de ganancias, la racha más prolongada desde inicios del año pasado.

De cara a 2026, expertos advierten que podrían presentarse episodios de volatilidad, derivados de recortes adicionales de tasas por parte de Banxico, riesgos políticos y la revisión del T-MEC, aunque por ahora el peso mantiene un balance positivo.

En paralelo, el buen momento financiero también se refleja en los mercados bursátiles mexicanos, cuyos principales índices superan en rendimiento a Wall Street durante este año.

Nota referencia: El Financiero.