Ernestina Godoy, recién nombrada titular de la Fiscalía General de la República (FGR), dio su primer gran paso al lograr la detención del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, por su presunta implicación en operaciones con recursos de procedencia ilícita. Este constituye su primer caso en el ámbito federal, ya que desde su extradición a México en 2022, Duarte únicamente había sido procesado por delitos del fuero común, los cuales enfrentaba en libertad.

La fiscal informó que el arresto ocurrió en Chihuahua, en cumplimiento de una orden de aprehensión emitida el 16 de mayo de 2024 por un juez del Altiplano. Duarte fue detenido alrededor de las 14:00 horas, al salir de su domicilio, y posteriormente ingresado al penal de máxima seguridad.

El exmandatario, que gobernó entre 2010 y 2016, ya había sido detenido el 8 de julio de 2020 en Miami y extraditado dos años después por peculado y asociación delictuosa, procesos que aún siguen en curso a nivel estatal.

La FGR explicó que el 4 de octubre de 2024 solicitó al gobierno de Estados Unidos autorización para procesarlo por un delito distinto a los que motivaron su extradición, permiso que fue concedido el pasado 4 de diciembre.

Las investigaciones apuntan a que Duarte habría participado en un esquema de presunto lavado de dinero mediante el desvío de recursos estatales, apoyándose en programas de subsidios, préstamos ganaderos y compras irregulares de bienes inmuebles.

En paralelo, el exgobernador promovió en mayo un amparo para acceder a una carpeta por delitos fiscales, logrando una suspensión que obligó a la FGR a entregarle información. La batalla legal avanzó en tribunales federales, luego de que se determinara que el caso debía ser atendido por autoridades judiciales de la Ciudad de México.

Finalmente, en junio de 2024, una jueza de Chihuahua dejó sin efecto su prisión preventiva y ordenó su reclusión domiciliaria; sin embargo, los procesos por peculado agravado y asociación delictuosa permanecen activos.