La lupa se posa sobre Tabasco, donde una investigación expone el presunto entramado entre el poder notarial y los grandes negocios con el Estado. Adán Augusto López Hernández y cuatro de sus allegados notarios —Ramón Oropeza Lutzow, Jaime Humberto Lastra Bastar, Gonzalo Oyosa Zapata y Manuel Alejandro Cachón Silván— dieron fe de la compra de activos, cambios de accionistas y apoderados legales de, al menos, diez empresas que se alzaron con contratos por una cifra multimillonaria: 11 mil millones de pesos con los gobiernos federal y de Tabasco.

Estas compañías no son menores: se dedicaron a construir infraestructura vital en la Refinería de Dos Bocas, edificar oficinas y ductos para Petróleos Mexicanos (Pemex), levantar carreteras y hasta vender equipo médico al IMSS-Bienestar. Un dato particularmente sensible es el de una empresa que, a menos de un año de su constitución, recibió permiso de la Secretaría de Energía para importar hidrocarburos, solo para ser posteriormente inhabilitada por el SAT al comprobarse prácticas de huachicol fiscal. Las notarías actuaron como la génesis de estos "jugosos negocios" que despegaron a la par de la administración actual.

Nota referencia: El Universal.