Las distintas fuentes destacan la caída de Édgar Rodríguez Ortiz, “El Limones”, un personaje que durante años actuó como un puente poco visible entre el mundo sindical y el crimen organizado. Según los reportes, operaba en La Laguna como jefe de plaza, operador financiero y también como figura sindical dentro de la CATEM. Su detención en Durango representa un golpe importante para la estructura conocida como Los Cabrera, vinculada a Los Mayos, una facción del Cártel de Sinaloa.
La noticia subraya que su rol no sólo facilitaba actividades delictivas, sino que también contribuía a un ecosistema de extorsiones disfrazadas de gestiones laborales, dañando a empresas locales y generando inestabilidad en la región.