Morena enfrenta el desafío de no convertirse en víctima de su propio éxito: Monreal.

El coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal Ávila, advirtió que el movimiento se encuentra ante una encrucijada histórica, por lo que llamó a privilegiar la unidad y evitar divisiones internas que puedan poner en riesgo el proyecto transformador iniciado en 2018.

En su artículo titulado "Encrucijada", publicado en su portal oficial, Monreal subrayó que el principal objetivo debe ser acompañar a la Jefa de Estado en la construcción de un nuevo horizonte de paz, bienestar y justicia. Señaló que caer en luchas de facciones o egos podría repetir errores del pasado que llevaron a la desaparición de otros movimientos políticos.

“Si nos sentimos invulnerables e invencibles, si olvidamos que el pueblo es el verdadero motor de la transformación, perderemos la brújula”, advirtió el legislador.

Monreal resaltó que, tras las históricas victorias de Morena en 2018 y 2024, el partido enfrenta el desafío de no convertirse en víctima de su propio éxito. Destacó que la diversidad interna no debe verse como amenaza, sino como una riqueza que debe ser administrada con generosidad y visión histórica.

El senador con licencia insistió en que la unidad ha sido clave para superar tensiones dentro del movimiento, y que sólo mediante un diálogo plural, incluyente y democrático, Morena podrá consolidar la Cuarta Transformación.

Recordó que el movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador logró integrar a personas de distintos orígenes, lo que le dio fuerza y vocación transformadora. Gracias a ello, en 2024 Morena logró un nuevo triunfo con la elección de la doctora Claudia Sheinbaum como la primera Presidenta de México, y actualmente gobierna en 23 estados y tiene mayoría en 27 congresos locales.

No obstante, Monreal advirtió que el mayor riesgo actual no proviene de la oposición, sino de las diferencias internas y de las etiquetas que dividen a sus integrantes. Subrayó que renovarse no es traicionarse, sino garantizar la continuidad del proyecto sin perder su esencia.

“Morena no es una cofradía cerrada, sino un movimiento abierto al pueblo”, puntualizó, siempre que se respete su ética y principios.

Finalmente, citó al sociólogo Immanuel Wallerstein, para recordar que la unidad no significa homogeneidad, sino la capacidad de construir alternativas compartidas desde distintas visiones. Dijo que esa reflexión, más que una lección, debe asumirse como advertencia para el presente de Morena.