Reformas constitucionales, un retroceso para pueblos originarios: alertan en semillero zapatista.
Durante su participación en el semillero “De pirámides, de historias, de amores y, claro, desamores”, la abogada Bárbara Zamora señaló que numerosas reformas a la Constitución y a leyes agrarias, mineras, de hidrocarburos, inversiones extranjeras y amparo han sido utilizadas para justificar el despojo de tierras y la explotación de los recursos naturales de comunidades indígenas y campesinas.
Explicó que, aunque muchas reformas se presentan como avances en derechos, en el fondo han servido para concentrar el poder y eliminar garantías previamente reconocidas. Afirmó que la ley se aplica de manera desigual, ya que quienes gobiernan la modifican o ignoran conforme a sus intereses.
Zamora indicó que los cambios en la legislación sobre la tenencia de la tierra prometieron certeza jurídica, pero en la práctica favorecieron a empresas inmobiliarias, turísticas, mineras y petroleras. Esto ha generado conflictos constantes, pues proyectos de infraestructura y desarrollo suelen imponerse sobre el uso comunitario de las tierras ejidales, incluso mediante expropiaciones sin indemnización.
También advirtió que la militarización de tareas de seguridad pública incrementa el riesgo de despojo, debido a la construcción de cuarteles y a la presencia permanente de fuerzas armadas en comunidades, lo que dijo afecta gravemente el tejido social.
La jurista, asesora del EZLN durante los Acuerdos de San Andrés en 1996, planteó la necesidad de una nueva Constitución centrada en las personas y las libertades, y no en la propiedad privada ni en la explotación de recursos.
Por su parte, Eduardo Almeida y Tamara San Miguel, integrantes de organizaciones de derechos humanos, coincidieron en que el discurso oficial utiliza los derechos humanos para justificar abusos contra sectores marginados. Señalaron que la militarización, el desarrollo y los derechos laborales se han convertido en argumentos para el despojo, la explotación y la violencia.
Finalmente, se expuso que en México estas problemáticas se reflejan en fosas clandestinas, feminicidios y casos de violencia atribuidos a fuerzas armadas, minimizados como “daños colaterales”. Las actividades del semillero continuarán hasta el 29 de diciembre, mientras que los días 31 de diciembre y 1 de enero se realizará la ceremonia por el 32 aniversario del EZLN en Oventic, Chiapas.
Nota referencia: La Jornada.
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